En el espacio Las Fuerzas Extrañas y en tierra firme, Tanque
⚡ Por Mauri Villafañe y San Moltedo
📷 Jess Vispo

Los agujeros negros y Las Fuerzas Extrañas

Las noches de noviembre trajeron el sol y, por la noche, una luna exuberante que sobresalía entre las nubes. Sólo Marte, que se avistaba brillante sin ese titilar de las estrellas, se animaba a desafiar el protagonismo de nuestro satélite terrestre, que iluminaba de lleno al barrio Meridiano Quinto. Bajo este cielo primaveral, y en qué más adecuado lugar que la Galería Cosmiko (esquina de 10 y 71), se presentaban Las Fuerzas Extrañas en la apertura, y Tanque para coronar la velada.

Los agujeros negros son regiones finitas del espacio, en cuyo interior existe una concentración de masa lo suficientemente elevada y densa, como para generar un campo gravitatorio tal que ninguna partícula material, ni siquiera la luz, puede escapar de ella. Las Fuerzas Extrañas podrían ser algo así. Un concepto que desde el lenguaje musical, irradia una oscuridad, ciertas veces hipnótica, que atrapa al oyente en un limbo de otra dimensión.
El despegue fue con "Oscurece", y allí se empezó a perder la noción del tiempo. El viaje siguió con "Danza en el fuego", para continuar volando con "Transmigrar", tema que junto con "Portal" se encuentran en el EP homónimo de la banda lanzado en el pasado año 2017.

Las Fuerzas Extrañas es una banda diagonal que está integrada por Lucas Vanza (voz y guitarra). Agustín Pérez Cerra (bajo y coros) y Leo Tanio (Batería y Octapad). Su concepto fusiona elementos de la electrónica, el trance y la experimentación. Las influencias van desde Bjork y Radiohead hasta Juana Molina, apostando a las texturas electrónicas hechas con instrumentos, y voces de ensueño que parecen flotar en un universo paralelo.

En un show íntimo e interactivo, le siguieron "Eras" o "Tom Molina", versión de Juana Molina combinada con "Weird fishes/arpegy" de Radiohead, cuyo lider es Thom Yorke. La fuerza orgánica del vivo no se detuvo, y continuó con "Toda piel es Cicatriz" y "Los Demonios", destacando un groove con exquisita coordinación del power trío.
El cierre fue con el hit "Portal" para terminar de desaparecer, como un cometa, en materia y en luz. Aunque sin perder el mejor de los sentidos, por su abstracción superior, que es el oído. Así, desde el espacio, bajamos a tierra firme, y con cerveza en mano nos preparamos para el próximo round de la noche.

Tanque cósmiko: ¿De qué planeta viniste?

Tras la contundente presentación de Las Fuerzas Extrañas llegó el turno de Tanque, nueva insignia del rock and roll pesado en la ciudad. Temblaron los cimientos de la casona cosmika de Meridiano V con la impronta de Pedro Bedascarrasbure en guitarra y voz, Facundo López en bajo y coros, Juan Baiardi en batería y Joan Britez en teclas, guitarra y coros.

El Tanque empezó a llenarse allá por 2015 y más aún al año siguiente con la edición de Tu poder, primer trabajo del grupo. Fue la base en la que sustentó la idea de armar la banda e ir definiendo la sonoridad, estética e imaginario narrativo bonaerense que los hermana con Güacho y Las Armas Bs. As. Rock pesado sin dobleces y pasajes bluseros con tintes progresivos hacen a la densa y brillante atmósfera en que Tanque se despliega.

Ya con los relojes acercándose a la primera media hora del sábado 17 pudieron apreciarse en Cosmiko los primeros acordes de las guitarras como invitando al show. El plan de Tanque es rodar y hacer sonar a Los tigres de la nueva sensibilidad, su segundo y muy reciente material. En él, al calor del influjo borgeano, la banda termina por consolidar una identidad y un discurso. Hay momentos para bailar, baladas de profundidad, rock and roll vieja escuela, espíritu blues y guiños progresivos en las voces, violas y teclas de Pedro y Joan.

Cósmica y diagonalmente estuvimos acompañando esta primera aproximación a Los Tigres... de Tanque. En tiempos donde cada peso cuesta más y vale menos, la apuesta es siempre por lo que suena y se genera, de abajo, en cada sala y estudio de la ciudad diagonal; hay en este cuarteto una inquietud y una apuesta definida para saber que la cultura rock no morirá jamás.